A lo largo y ancho del mundo, afortunadamente, la poesía renace día tras día en la pluma de incontables poetisas y poetas,
que vuelcan su obra en ateneos, certámenes, periódicos, foros abiertos, etc.
A través de la inagotable posibilidad que Internet nos brinda, he logrado conocer a muchos de ellos, leer sus obras,
saber de sus propuestas y actividades y compartir los trazos gratos y no tanto de la vida que nos ha tocado en suerte.
Ofrezco al lector algunas de esas obras, aun sabiendo que pecaré de olvidos.
Es mi deseo ir completando sin pausa esta entrega.
Desde ya, muchas gracias a los autores.
ROSA BUK (Argentina)
Creadora por el borde que la miren, esta excelente poeta es además diseñadora, docente, escenógrafa,vestuarista, artista
plástica y... agregue el lector los etcéteras que imagine.
Acompaña con su generosidad la poesía de múltiples autores.
He aquí algunos de sus trabajos.
LOS BUSCADORES
Eran los hombres de agua dormidos en cajas de piel.
Dormían
bajo la noche mojada sabiendo que abismos del silencio arrojarían sus huesos sin piedad hacia los confines hacia
las fronteras donde los caimanes esperan y muerden.
Buscadores nobles de los ríos desdentados minerales
sus ojos disueltos en lágrimas.
¡Ay! no todos los hombres son el milagro que cruza no todos los hombres que
cruzan clavan sus dientes abandonando la soledad en las fronteras del tiempo .
Buscar es alinearse sutil es
abrazar la búsqueda.
Los hombres de agua aún duermen bajo la noche mojada.
ESPIONAR por cada olho, em sete tomadas
I
Espionar pelo olho esquerdo da fechadura é assegurar-se que a tormenta existiu. -O olho direito me
atravessa o coração.
II
Se *espío pela fechadura da porta que virá não verei a linha do horizonte
-O alma emagrecida como fio e sonha com o olho.
III
Quando a porta é desenho em minha fantasia a chuva
sem demoras *oxida as fechaduras.
IV
Quando a porta é minha mão em tubo de dedos tampando o céu sou
o civilizado de um só olho penetrando os mistérios com formas circulares.
V
Quando crio ver a totalidade,
caio de costas na areia e descubro meus braços abertos.
VI
Quando vejo sem ferrolhos sou o melhor
de mim o vento me arranca a roupa, e o perfume das axilas se confunde no mar agitado das copas das palmeiras.
VII
FIN: O sol amanhece de costas projetando-me livre e a sombra sem olhos é um signo de admiração. Vivo salpicando
de luz as câmaras de minhas retinas.
MUJER DE LA BRISA Serie Pensamientos
Claudican los
misterios al respirar por ti alma mía que tienta las veredas de la muerte por hallarte, azucenas y geranios abrigan
mis brazos memorando los tuyos.
(¿Cuándo fueron tus besos alondras mías?)
¡Oh! amado que de promesas
ungiste albas en esta piel que no reposa sin rozar la tuya. Sellados mis labios murmuran tu nombre melancolías
del sueño, albergues del agua.
GIL PEREZ (España)
Este seudónimo corresponde a un autor de excelente pluma. Amante de rima y métrica, recorre el tema que le place y lo
pinta asombrosamente con sus versos. Pueden encontrarlo en www.poesiapura.com y para muestra rescato tres entregas. La primera de ellas es un obsequio que gentilmente supo dedicarme.
“PAISAJES” Dedicado
a Néstor Morris, con todo el cariño
La tierra cultivada y polvorienta, de azul crepuscular, arado y mito, con
un palmo en el rito, y entre el rezo en los bares, la tormenta.
La casa sin barrer, juerga de esquinas, un
palurdo sombrero me da ambiente, perdido entre la gente, pongo los pies salvando mis espinas.
De mis cultivos
y enredado oscuro aderezo, con suerte, mi cosecha, me lastima a la fecha un duende en mi cartera, y sin un duro.
Se agiliza la tarde, un aguacero de lluvia apresurada me despista, el último en la lista y el que queda
a deber al tabernero.
Oh tiempos, que vistieron mi templanza con gravedad, donaire y señorío; como el agua
del río, hoy me muevo en los ritmos de otra danza.
Si ayer era cordura, hoy de petates, cargados de nostalgia,
y viejo abrigo, voy cubriendo el ombligo, soltando por la boca disparates.
Y así voy tan feliz; se fue en
dinero mi hacienda y mi virtud, como los días de mis filosofías, que hasta ponen en venta mi sombrero.
LA ESCUELA
Cómo resucitar la luz de un día, que alumbraba estos muros?; veo
un rótulo, que convirtió mi escuela en bar de lujo, prosaico y agridulce una mañana.
Somos convencionales
de respeto a las normas vigentes, tapizamos paredes y culturas, y hasta hablamos de grandeza ideal vistiendo plumas
programadas a máquina, y anillos con conciencia de feudos revividos.
La escuela era de adobe y de familia,
beso y pan, catecismo, una cultura de enciclopedia pobre, una maestra con carencias de vida, amor y juego, sencillez
y dulzura, sin mas normas, que el respeto aprendido entre los muros.
Tomo dentro café; recuerdo el lado donde
colgaba un camarín y un Cristo, hoy un desnudo anuncia cocacola. Mi pupitre lo ocupa una ruleta... Se cambiaron
los robles por cemento, la tarima por gres, y las ventanas de madera de pino, hoy de aluminio.
Todo tan funcional,
tan bien medido, que me amarga el café. Pero entre amigos, sacados de la infancia, discutimos aplaudiendo niveles
ya logrados de esta edad del consumo. Sin remedio lloro, por dentro, lágrimas de ausencia.
MESON EL PIJORRO
El mesón “el Pijorro”, con baldosas de barro, ventanal
de madera, colocado a la esquina, de ladrillo macizo con dosel de guijarro, horno, que arde con leña de la poda de
encina.
De roble la estructura, y un aire lisonjero de acogedor perenne y sonrisa templada, con la astucia
aprendida, controla el mesonero entre el humo el ambiente, tendiendo la mirada.
Cada mañana observo un puesto
de verduras, y a mamás, que a sus niños acercan a la escuela; leche y café en mi taza, recital de posturas, que
danzan, otro día, la misma cantinela.
En la barra se brinda con copas de aguardiente, por la estrechez, que pasa
la familia en verano; se politiza hablando, con sudor en la frente, de pasados perdidos, y esperanzas en vano.
La
mesa de mujeres, parlanchina y discreta, voces blancas que animan, rítmico canto amigo, le dan vuelta a las modas,
que alcanzaron su meta, y en las más jovencítas aún se asoma el ombligo.
Quizás sea el ambiente, cargado de ternura,
o el fácil ajetreo del ser de cada día, pero entre el humo intuyo mi peso de amargura, y en el fondo maldigo mi
absurda soltería.
Mañana de reflejos, que al corazón desnuda de arrugas responsables, que esconden bajo el gorro
de tranquila conciencia, y de esperanza muda, amigos contertulios de la paz del Pijorro.
MARIA MILAGROS ROIBON (Argentina)
Es de proponerse metas y llevarlas a cabo. He aquí algunas de sus obras:
LLUVIA
Tal vez el otoño apague su infinita cuota de ternura
o enmudezcan los pájaros un poco de cielo
una dama antigua mirando a la pared con su habitual porcelana sonriéndose
en la lejana fracción del segundo
y vuelvas y vuelvan
los ojos ovillados en el pelo los paraguas gastando
el silencio los pilotos sobre la lluvia hueca y los amantes en toda su ausencia
en aquel retorno de volverse
soy otra vez la misma mujer de agua
y cae todo el peso de la noche, el viento en cinco palabras dormidos
en cajas de piel.
BESOS
Algo así como tu piel, poseyéndome en el arpegio de la música para
borrar los silencios con el golpe de los labios.
A DOS VOCES
Me busque la piel en otra piel de espaldas a la pared clavando ausencias
(el frío invoca su nombre en el sombrero del viento de lejos los enamorados se pierden en
un adiós impronunciable)
Me busque una desnudez que no doliera que se pintará de azul en el silencio recortándose
un poco las manos para no decir
(y un puñado de pájaros se roban la noche en el río la frugalidad de un beso que se estira
interminable hasta tu encuentro)
Y te busqué
INTERIORES
Aquí una mujer, sumergida en colores, siempre rozando levemente
el plumaje ocre de las flores.
Hay una tristeza pintada en los muros y la sombra de todas mis raíces fugándose
detrás del eclipse.
Me soborna la soledad del paisaje. En sus madrigueras, voy dejando la cicatriz de este
cuaderno.
Aquí suelo hallar esta indecisión de lugares, la predilección de la noche.
Afuera simulan palomas,
oráculos con mi nombre. La verdad es otra. Es difícil pertenecerme.
El niño de palo extiende las manos. Su
canción me asfixia. Hemos nacido juntos.
Las nanas del viento piden permiso. Entran desnudas, dueñas de todo,
pronunciando otra lengua.
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